Padrenuestro comentado

El Padrenuestro es la oración cristiana por excelencia, y realmente es hermosa. Hoy quiero compartir una interpretación libre y personal de sus versos, ya que es así como lo rezo.

«Padre nuestro que estás en los cielos…»

Dios es nuestro Padre (o Madre, o las 2 cosas) y está siempre en el cielo, es decir, en un lugar que trasciende el espacio y el tiempo donde abunda la paz, la alegría y el amor.

«Santificado sea tu Nombre»

Que cuando hablemos de Dios sea para hablar de cosas sagradas, que no usemos su nombre en vano, que le demos la importancia que se merece.

«Venga a nosotros tu reino»

Que ese cielo, ese reino de paz, alegría y amor donde vive Dios, se acerque aunque sea un poquito a nosotros, o nosotros a él, y que empecemos a experimentar esas cosas en nuestra realidad de todos los días.

«Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo»

Así como en el cielo se cumple su voluntad, que yo pueda saber qué es lo que quiere de mí en cada momento, y pueda tener el amor y el coraje suficientes para hacer realidad esa voluntad acá en la tierra. Y pueda decir como Jesús: «Padre, aparta de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya».

«Danos hoy nuestro pan de cada día»

Que no me falte hoy el pan, pero no sólo el pan material, sino también el pan espiritual. Que pueda hoy reconocer sus palabras en las palabras de las personas que me rodean, y que pueda ver su rostro en la gente que camina a mi alrededor. Que todos los días nutra, no sólo mi cuerpo, sino también mi mente y mi alma, y que todos los días crezca un poco más.

«Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»

Ayúdame a perdonar cada vez más, porque así como yo perdone, seré perdonado, y con la misma vara con la que yo mida seré medido. Que aprenda a perdonar cada día más es una manera de darme cuenta si estoy creciendo en amor y achicando mi egoísmo.

«No nos dejes caer en la tentación»

No me dejes caer, pero si puede ser ayudame también a no acercarme tanto al borde, porque es más fácil no caer en la tentación si estoy lejos de ella, y es más difícil aguantarme si voy hasta el límite y recién ahí quiero frenarme.

«Y líbranos del mal»

Librame de la soberbia, de la deshonestidad, del chisme, de la mentira, de tantas cosas… Librame de pensar sólo en mí y en mi conveniencia, y que el resto se arregle como pueda. Ayudame a pensar bien de los demás y a colaborar para hacer de este un mundo más bueno, más lindo y más alegre.

«Amén»

Así sea.

Acerca de Expandiendo Conciencia

Un buscador que viene caminando desde hace mucho tiempo.
Esta entrada fue publicada en Reflexiones. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario